Comer fruta en verano. Conoce sus múltiples beneficios

Mandarina Orri

El consumo de frutas es esencial para nuestro organismo en cualquier época del año. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir cinco porciones de fruta y verdura al día para ayudar a prevenir o retrasar la aparición de algunas enfermedades crónicas como pueden ser la diabetes, la hipertensión o algún tipo de cáncer, como el de colon, por ejemplo.

Sin embargo, el hábito de consumir frutas y verduras a diario cobra especial relevancia en verano ya que la fruta constituye una fuente directa de hidratación, nos ayudar a sobrellevar las altas temperaturas y se convierten en un alimento fundamental para mantener una dieta sana y equilibrada.

Las frutas están compuestas, en su mayoría, por agua. Por ello, es recomendable consumirlas a cualquier hora del día, especialmente en el desayuno, el almuerzo o la merienda.

¿Cuáles son los principales beneficios de consumir fruta en verano?

  1. Gracias a su alto contenido en agua, nos hidratan y permiten combatir el calor
  2. La mayoría contiene fibra, por lo que favorecen el buen funcionamiento del aparato digestivo
  3. Son altamente diuréticas y depuran al organismo
  4. Contienen un alto contenido en nutrientes y vitaminas A, B y C
  5. Contienen propiedades antioxidantes que nos protegen frente a determinadas enfermedades degenerativas o cardiovasculares, entre otras.

Siempre es un buen momento para disfrutar de un plato de fruta fresca. Además, estas se pueden introducir en gran variedad de recetas ricas y nutritivas como, por ejemplo, en ensaladas, mezcladas con pasta, en sopas frías o gazpachos o combinadas con cereales o yogurt, un magnífico y saludable tentempié.

También es recomendable variar en cuanto al consumo de fruta se refiere. En el mercado hay una gran oferta de fruta de temporada, por lo que es importante comer fruta de todos los colores, ya que en cada una de ellas predomina un determinado tipo de nutrientes y vitaminas.

Por último, y siempre que sea posible, intenta comprar frutas que hayan sido cultivadas cerca de tu lugar de residencia. De esta forma, no solo estarás contribuyendo al desarrollo de la agricultura y del comercio local, sino también a la conservación del medio ambiente.