Este año será recordado como uno de los peores de nuestra historia reciente en muchos aspectos. La crisis sanitaria ha golpeado a toda la sociedad llevándose consigo vidas humanas y provocando una crisis económica que ha salpicado a todos los sectores.
En los peores días de la pandemia, y a pesar de las dificultades, han sido muchos los profesionales de todos los ámbitos que gracias a su trabajo han paliado las consecuencias de la grave situación que atravesaba el país. Los “esenciales” se convirtieron en el motor social y económico del país y gracias a ellos pudimos volver a esta nueva normalidad de la mejor manera posible.
Transportistas, sanitarios, empleados de supermercados, agricultores, distribuidores, ganaderos, personal de limpieza, … La lista es extensa porque aunque no fuéramos conscientes, hacer avanzar a un país es un gran trabajo de muchas personas.
Seguir alimentando en tiempos de pandemia
En cuanto a la cadena alimentaria, España contó con una capacidad de respuesta excepcional, de las mejores de Europa. Como señalaba el director general de AECOC, José María Bonmatí, “durante toda la fase de confinamiento, la disponibilidad de productos en los lineales de los supermercados españoles estuvo sobre el 93%, muy por encima de mercados como los de Francia, Bélgica o Estados Unidos, y a la altura de países como Canadá”.
Desde esta tribuna que nos brinda nuestro blog queremos agradecer a todos aquellos que aunaron fuerzas para que el país no parara y poder reactivar la economía, especialmente a todos los implicados en la producción y venta de nuestra mandarina Orri.
El Estado de Alarma se declaró en mitad de la campaña; pero, aún así, en abril constatábamos que la Orri había incrementado un 15 por ciento sus ventas respecto al mismo periodo del año pasado. Sin el trabajo de los fruteros, de los distribuidores, de la industria de manipulación y envasado, de los agricultores, esta realidad no habría sido posible.
Esta próxima campaña tampoco estará exenta de dificultades. La vida como la conocíamos ha cambiado por completo, vivimos en una nueva normalidad mientras seguimos haciendo frente a la enfermedad y a la crisis económica y superamos nuevas oleadas de contagios y nuevas restricciones. Así que, de nuevo: GRACIAS. Porque desde marzo trabajar no ha sido fácil y si en unos pocos días podemos volver a disfrutar en nuestra mesa de la mandarina Orri, será fruto de vuestro esfuerzo.
No nos cansaremos de daros las gracias.