La primavera es una estación que, a simple vista, puede parecer sinónimo de vitalidad. Sin embargo, para muchas personas, esta época del año trae consigo una sensación de fatiga, desánimo, falta de concentración e incluso irritabilidad.
Si te suena familiar, no estás solo: es probable que estés experimentando lo que se conoce como astenia primaveral.
La astenia primaveral es un fenómeno transitorio, pero real, relacionado con los cambios de luz, temperatura y presión atmosférica típicos de esta estación. Estos factores afectan nuestros ritmos circadianos alterando la producción de neurotransmisores clave como la serotonina y la melatonina, que influyen en el estado de ánimo y los niveles de energía.
Aunque la astenia primaveral suele desaparecer por sí sola, una alimentación adecuada puede marcar la diferencia a la hora de sobrellevar esta época del año.
La vitamina C de los cítricos: tu mejor aliada natural
Si hay un grupo de alimentos estrella para combatir la fatiga primaveral, ese es el de los cítricos. Naranjas, pomelos, limones y por supuesto, mandarinas como ORRi, no solo son refrescantes y deliciosos, sino que están cargados de vitamina C, un nutriente esencial para:
-Reducir el cansancio y la fatiga
-Favorecer la función cognitiva
-Reforzar el sistema inmunológico
-Proteger las células frente al daño oxidativo
Además, los cítricos contienen flavonoides con efecto antioxidante y antiinflamatorio, lo que los convierte en una opción ideal para revitalizar cuerpo y la mente durante estos meses.
Además de los cítricos, también hay una lista de alimentos que te pueden ayudar a recuperar el equilibrio energético y el buen humor:
1. Frutas y verduras de temporada: espinacas, fresas,… todos ellos aportan vitaminas del grupo B, hierro y antioxidantes esenciales.
2. Pescado azul: salmón, atún, sardinas, etc, ricos en omega-3 y vitamina D que mejora la función cerebral y el bienestar emocional.
3. Frutos secos y semillas como las almendras y la chía, por ejemplo, son fuente de magnesio, clave para el sistema nervioso y muscular.
4. Cereales integrales y legumbres: avena, quinoa o lentejas, que aportan energía, además de fibra y proteínas.
5. Lácteos y huevos que aportan proteínas completas y vitaminas del grupo B, fundamentales para producir energía de forma eficiente.
Si además de cuidar lo que comes, incorporas pequeñas rutinas como hacer ejercicio, hidratarte bien o respetar tus horarios del sueño, te ayudará a mantenerte activo y con energía.
La primavera puede traer consigo algo más que flores y alergias: puede afectarte física y emocionalmente. Pero con pequeños cambios, especialmente en tu alimentación, puedes recuperar la vitalidad y disfrutar de esta estación.