Agricultura sostenible y relevo generacional

Agricultura sostenible y relevo generacional

La edad media de los agricultores en España es de 61,4 años, según los datos extraídos del Censo Agrario 2023 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Esta cifra constata el envejecimiento de la población que sufre la agricultura, un sector esencial en la sociedad.

Este dato no es el único que llama la atención, ya que, en España, tan solo el 0,48% de los propietarios de explotaciones agrarias tienen menos de 25 años, sacando a la luz otro de los retos del sector primario: la falta de relevo generacional.

No obstante, este desafío no solo se debe centrar en la reducción de la edad media, sino que también se ha de focalizar en dotar a una nueva generación cualificada de los medios necesarios para que puedan aplicar todas las ventajas que la tecnología ofrece para desarrollar prácticas más sostenibles y productivas.

El nuevo perfil de agricultor

Un estudio presentado por la Universidad de Córdoba constata que los jóvenes que se incorporan al sector agrario tienen una formación académica más elevada que los agricultores tradicionales. Este nuevo perfil de jóvenes agrónomos profesionalizados da esperanza para poder ofrecer una continuidad en este sector.

De esta manera, se resalta la importancia de la profesionalización en el sector agrícola, que cada año cobra mayor relevancia debido a los avances tecnológicos aplicados en la agricultura, por lo que es fundamental que los jóvenes que se incorporan cuenten con una formación técnica en este ámbito.

Los denominados ‘agro-millenials’, jóvenes nacidos entre 1981 y 1996 que se dedican a la actividad agraria, están más preparados académicamente y están más conectados con las tecnologías. Además, entre esta generación existe una mayor concienciación acerca de las prácticas sostenibles, que contribuyen a la producción de cultivos más saludables y respetuosos con el medio ambiente.

Desde la asociación de productores de la mandarina ORRi (Orri Running Committee) fomentamos la profesionalización y tecnificación de los agricultores, lo que junto con el desarrollo de innovaciones como mandarina ORRi, de mejor sabor y mayor durabilidad, permiten la diferenciación que exige un mercado tan competitivo como el que nos encontramos.

La variedad Orri es considerada la mandarina premium por excelencia y, desde la asociación, nos esforzamos en que nuestros agricultores, cada vez más profesionalizados, se especialicen en dar el mejor producto con la mayor calidad. Para ello, les alentamos para que cultiven la variedad con los patrones más adecuados, en las mejores zonas de cultivo, adaptadas según la época de recolección deseada, que realicen las prácticas de cultivo necesarias para obtener un producto de la máxima calidad y que la recolección y puesta en el mercado se haga en el momento óptimo de maduración y sabor.

De esta forma, se consigue el sabor único de la excepcional mandarina ORRi, obteniendo la máxima diferenciación respecto al resto de productos con los que la mandarina ORRi comparte ventana de mercado y ofreciendo al consumidor final una mandarina verdaderamente premium.

Repercusiones medioambientales

La agricultura es un pilar fundamental, no solo como fuente de alimentos, sino también como una parte integral de nuestros ecosistemas. Sin embargo, el abandono de cultivos y su consecuente pérdida puede tener graves repercusiones medioambientales.

El abandono de tierras productivas en España sigue una tendencia ascendente. Este año se han detectado, solo en la Comunidad Valenciana, más de 161.567 hectáreas abandonadas tanto de regadío como de secano. A parte del peligro que supone la falta de relevo generacional para la producción de alimentos en Europa, también existe la amenaza medioambiental.

Dejar perder los cultivos no solo es una cuestión económica, sino también una amenaza seria para el medio ambiente. Para mitigar estos efectos, es crucial implementar prácticas agrícolas sostenibles y políticas que apoyen a los agricultores, asegurando que los campos se mantengan productivos y en equilibrio con la naturaleza. La conservación y el uso responsable de nuestros recursos agrícolas son esenciales para un futuro más verde y sostenible.